sábado, 29 de septiembre de 2012

orígenes de la cultura chachapoyas

os Chachapoyas descenderían de inmigrantes cordilleranos culturalmente andinos, que modificaron su cultura ancestral en el nuevo medio, asimilando rasgos amazónicos. Dado que los Incas y los conquistadores españoles fueron las principales fuentes de información sobre los Chachapoyas, hay poco conocimientos acerca de los chachapoyanos que sea de primera mano. Escritos y documentos por los principales cronistas de la época, como El Inca Garcilazo de la Vega, se basaron en cuentas fragmentarias de segunda mano. Es así que gran parte de lo que sabemos acerca de la cultura Chachapoyas se basa en evidencias arqueológicas de sus ruinas, cerámicas, tumbas y otros artefactos chachapoyanos. La cultura Chachapoyas fue conocida desde los inicios de la Conquista española en el Perú, por ello es que no existe persona a quien se adjudique el titulo de descubridor de la cultura Chachapoyas. Aunque si existen descubridores de ciudades o fortalezas de los Chachapoyas, como la Fortaleza de Kuelap denominada por su descubridor, Juan Crisóstomo Nieto, "Torre de Babel peruana" por su imponente altura.

la conquista de chachapoyas

Por grandes períodos los Chachapoyas vivieron en un medio ambiente social uniforme con escasos contactos con otras culturas de la región andina. La conquista y ocupación Inca trajó muchos cambios para los Chachapoyas. El material étno-histórico informa del carácter rebelde del poblado Chachapoyas, con diversos levantamientos frente a los Incas. El paisaje cultural y sagrado fué alterado con la introducción de una nueva religión y nuevos asentamientos. Fue introducido un nuevo estilo arquitectónico con el elemento dominante rectángulo y el énfasis en el cultivo de áreas altas fueron alterando hacia una zona ecológica más baja. El problema de identificación de la ocupación en el Horizonte Tardío, como lo opuesto a lo puramente Inca todavía no puede ser resuelto en la región de Chachapoyas. La investigación antropológica física otorga evidencias de la aparición de otro tipo humano con cráneos más alto y de estatura más pequeña que la gente de Chachapoyas. Este breve intermedio de aproximadamente 60 años tuvo diversas consecuencias para la población y su subsistencia y fue seguido por la turbulencia y cambios de la conquista e invasión española. Las fuentes históricas y la investigación arqueológica confirman la construcción Inca del complejo de Cochabamba como un centro administrativo y de control de la parte sur de la provincia de Chachapoyas. Esto sugiere que dos centros administrativos perteneciente a los otros dos hunos podría ser encontrados en futuras investigaciones en las otras áreas de la provincia de Chachapoyas. Las investigaciones arqueológicas en nuevas construcciones demuestran que los Incas mantuvieron un fuerte control a lo largo del camino Inca en las tierras montañosas y en la parte superior de las tierras bajas. Cuando los Incas llegaron a Chachapoyas desarrollaron una agricultura intensa muy variada: tierra y sistema de aterrazamiento en piedra, concentración de montículos de tierra para el drenaje, anfiteatro de tierra de sistemas aterrazados alrededor de los dolines, en la zona ecológica más alta. Muchas de las técnicas son evidentes para el crecimiento poblacional quienes tuvieron la necesidad de una producción más alta y por ello desarrolló estas técnicas. El análisis de polen fecho a 1680 a.C. dando información sobre cambios en las condiciones climáticas con períodos de mucho frío o mucho calor y en periodos más secos y húmedos. La edad de desglaciación ha sido demostrado para el hemisferio Sur y es observado en el diagrama del polen. Los cambios climáticos probablemente han sido un factor contribuyente en la rápida declinación del poblado de Chachapoyas en el período Colonial Español Temprano. Aunque se intentaron unas cuantas excavaciones arqueológicas, los resultados desde el sitio pre Inca de Huepón y el complejo Cochabamba produjeron suficiente información preliminar para establecer preliminarmente una secuencia cultural cronológica para la región de Chachapoyas. La secuencia tipológica está basada en el material comparativo de los alrededores del área y los resultados de las pocas investigaciones arqueológicas realizadas anteriormente. Una nueva definición de períodos culturales en la región de Chachapoyas es sugerida a partir de los datos de la investigación arqueológica, el fechado de C-14 y la comparación con los períodos culturales del Perú. REFERENCIAS

política y sociedad de chachapoyas

La unidad de organización social estaba constituida por grandes provincias controladas cada una por un poderoso cacique y totalmente independientes entre sí. Eran pequeños reinos o señoríos asentados principalmente a orillas del río Utcubamba. Todos tenían el mismo idioma, las mismas costumbres y formas de cultivar y, muy ocasionalmente, se juntaban para algunas ceremonias religiosas o para defenderse del ataque de un pueblo enemigo, siempre manteniendo su autonomía. Según las crónicas relatadas por Pedro Cieza de León, los Chachapoyas eran los más blancos y agraciados de todos los habitantes del Perú. Vestían ropas de lana y llevaban en sus cabezas unos “llautos” como señal de su origen. Después de su anexión al Incario adoptaron las costumbres impuestas por los cusqueños. La organización social estaba basada en la producción doméstica y en la subsistencia agrícolas con facilidades de almacenamiento. La población de Chachapoyas pudo haber tenido la posición de mediadores en una cadena corta y larga distancia en la red de intercambios entre el prestigio, y en valoración simbólica de productos y artículos ellos sin duda estuvieron en contacto con los Xibitos en la parte superior del grupo de la tierra baja la cual fué una cadena hacía el lado Este. El intercambio de alimentos por ejemplo la sal y servicios dentro de la región de Chachapoyas estaba basado en relaciones sociales donde las redes de trabajo unen en alianza a las poblaciones. El patrón poblacional reveló una jerarquía sociopolítica centrado en la zona de grandes altitudes de lugares estratégicamente localizados. Aglomeraciones por encima de 400 estructuras habitacionales son raras, reconociéndose como la residencia de los Curacas, Señores. La región Chachapoyas estuvo dividida en curacazgos de diferentes tamaños la cual además puede ser definido como subgrupos dentro del grupo étnico principal. Los curacazgos mayores y sub grupos tuvieron relaciones de parentescos de contacto con cada uno de los otros en la integración política-económica (con mayor frecuencia en la guerra) y tuvo cambio relacionados con la técnica, economía y soluciones sociales para cambios medio ambientales. Los curacas principales permanecieron en el poder todo el tiempo por su capacidad de demostrar su poderío y llevaron a cabo sus obligaciones hacía su gente con banquetes y abundantes alimentos. Es hipotético suponer que su habilidad de permanecer en el poder, además dependió de las cualidades de los chamanes o curanderos.

Los Chachapoyas y sus grandes y asombrosas construcciones

Chachapoyas, pequeña ciudad fundada en 1538 por Alonso de Alvarado, capital de la actual región Amazonas, fue unida al resto del país por vía aérea en el año 1930 y por vía terrestre en 1960, cuando se abrió un camino afirmado que permitió el ingreso de vehículos. Esta es una ciudad que en los últimos tiempos está siendo redescubierta, y existen en su área un promedio de 500 restos arqueológicos, todos de la cultura Chachapoyas, entre tumbas, sarcófagos, fortalezas, torreones aislados, caminos, petroglifos, pinturas rupestres, restos textiles, cerámica y un sinnúmero de artículos que únicamente demuestran la grandeza, desarrollo y avance de esta cultura. De carácter indomable, los Chachapoyas le dieron mucho trabajo a los Incas durante su proceso de conquista. La ciudad pequeña y encantadora guarda rasgos y muchos aspectos coloniales. Podemos ver casas de grandes patios con una pileta central, hechas con adobe y muchas flores coloridas. Hasta la fecha los restos arqueológicos son poco conocidos y explorados, por lo que permanecen aún con pocos circuitos turísticos clásicos, pero cuenta con muchos explorables y muy pocos visitados, por lo que aprovechamos para describir alguno de ellos: Chachapoyas era el centro de una región en donde se desarrolló una civilización predecesora de los Incas y en algunos momentos de su historia con un desarrollo paralelo. Sus mejores construcciones se realizaron entre los siglos IX y XV de nuestra era, y su florecimiento se inició a partir del siglo I. Los incas, a su llegada, tuvieron grandes dificultades para someter a los Chachapoyas (o Sachapuyos), los que fueron dominados finalmente por el imperio incaico después de varios encuentros largos, sangrientos y difíciles, al mando del Inca Túpac Yupanqui hacia 1475, quien logra imponerse; sin embargo, ellos se rebelaron a menudo, hasta poco antes del episodio en Cajamarca entre Pizarro y Atahualpa, en 1532, en donde se aliaron con los conquistadores y se sublevaron contra los Incas, negándose a tomar parte en la gran rebelión de Manco Inca en 1536 contra los españoles. La cultura Chachapoyas inició su florecimiento a principios de nuestra era. Ellos tuvieron artistas muy diestros, destacando sus textiles, su orfebrería, sus construcciones y otros aspectos, siendo tan hábiles como los del imperio costeño Chimú. Pero sobre todo, los Chachapoyas construyeron una de las fortalezas más grandes del Perú precolombino, cuyas imponentes ruinas mantienen un dominio sobre las vías de ingreso a la zona del Marañón, sus ruinas y restos encontrados tienen alguna influencia de los Chimú y los Incas, presentado sus construcciones fúnebres la particularidad de estar todas ubicadas en lugares muy altos, o en zonas escarpadas de muy difícil acceso. Los sitios más destacados están distribuidos en el estrecho valle del río Utcubamba, entre los que encontramos: La fortaleza de Kuélap Se puede llegar desde dos lugares diferentes de llegada. Por el suroeste, viniendo desde Cajamarca, Celendín, hasta pasar el puente y caserío de Balsas, Abra de Chanchillo (2.212 msnm), Abra Barro Negro (3.580 msnm), Leimebamba, Kuélap. Viniendo por el norte desde Chachapoyas, Tingo, Kuélap; pero para llegar a Chachapoyas se puede hacer por vía terrestre desde Chiclayo, Olmos, Abra de Porculla, Bagua, Pedro Ruiz Gallo, Chachapoyas, o por vía aérea directo desde Lima hasta Chachapoyas. Los restos arqueológicos de Kuélap se encuentran entre los más importantes en el norte del país. Situados a 3.050 msnm, fueron descubiertos en 1843 por Juan Crisóstomo Nieto. En 1967, considerando que las ruinas se encontraban cubiertas de vegetación y muchos de sus restos en franco proceso de deterioro, se iniciaron trabajos para despejar las construcciones. Kuélap probablemente era la capital del inmenso reino de los Chachapoyas. Estos construyeron la fortaleza con grandes proporciones, sus muros de 20 m de alto, con un largo de 500 m y un ancho de 110 m. El material usado es un granito rosa cuyos bloques son unidos con arcilla amarilla. Las paredes defensivas principales tienen más de 100.000 bloques de piedra tallada, estimando un peso total de 10.000 toneladas. Dentro de la fortaleza existen 34 recintos de forma redonda, distribuidas entre el pueblo bajo y alto. Se estima que albergó a una población de 2.000 habitantes. Los mausoleos de Révash Al sur de la fortaleza de Kuélap, otro sitio merece atención y es la ciudad fúnebre de Révash, formada por varios grupos de mausoleos construidos en excavaciones rocosas en un precipicio imponente. Conocidos desde la visita del explorador francés Charles Wiener en 1881, el complejo fue investigado en 1987 durante una expedición peruana. Los mausoleos tienen el aspecto de un pueblo pequeñísimo, con las moradas en las paredes talladas de piedras y acondicionadas con piedras labradas, unidas por argamasa de arcilla, con decoraciones de pinturas rupestres rojas. Las representaciones son de felinos, llamas y caracteres indescifrables, así como con motivos geométricos en forma de cruces y rectángulos. Los sarcófagos de Karajía Sarcófagos ubicados aproximadamente a 2.600 msnm, en lo alto de un farallón, frente a una imponente zona verde. La ruta que detallamos toma como punto de partida la Estancia El Chillo, y a partir de este punto seguimos en dirección norte hasta Caclic, 1 y 30' horas por carretera afirmada, luego tomamos el noroeste hasta Luya, 45' por un camino afirmado, seguimos hacia el oeste hasta Cohechán, 50' por camino afirmado; al norte hasta San Miguel de Cruzpata, 50' por un camino afirmado; finalmente 50 minutos de caminata hasta los sarcófagos de Karajía, por caminos de herradura, hasta llegar a los sarcófagos. La Laguna de los Cóndores Situada al sur de la región de Leimebamba, en una pared rocosa que domina el lago llamado de los Cóndores, el arqueólogo Federico Kauffman Doig descubrió esta impresionante necrópolis en mayo de 1997, encontrándose con un inmenso cementerio encajado a media altura, sobre un precipicio. Dentro de los mausoleos fúnebres pequeños o 'chullpas' se encontraron cerca de 280 momias contenidas en sus 'fardos' funerarios. En la actualidad, mediante convenios internacionales, se ha construido un museo que alberga todos los restos encontrados en la laguna, en el poblado de Leimebamba. Así mismo, en la localidad existen diversos guías totalmente involucrados en la zona, pudiendo contratarlos e iniciar una expedición por una exigente ruta que le tomará un día y medio de ardua caminata o cabalgata. Makro Para llegar a la ciudadela de Makro se parte desde las Estancias Chillo, en dirección noreste a Tingo y luego al este hasta Magdalena (20' por carretera afirmada), y desde Magdalena se dirige al noreste hasta la ciudadela de Makro, 2 horas por camino de herradura. Pitaya Para conocer los petroglifos de Pitaya partimos desde Tingo en dirección norte hasta Caclic, y luego hasta los petroglifos de Pitaya, por una carretera carrozable de 1 hora y 30 minutos.

RESEÑA DE LA CULTURA CHACHAPOYAS

La cultura Chachapoyas se desarrolló en la selva norte del Perú. Fue un pueblo de agricultores y guerreros, cuya capital fue la ciudadela fortificada de Kuelap, en la actual región Amazonas. Fue una civilización de excelentes arquitectos que construyeron ciudades y mausoleos en las zonas inaccesibles de la selva norte. Es famoso El Gran Pajatén, una ciudad en las montañas del departamento de San Martín. En la Laguna de las Momias (Amazonas) se ubican impresionantes sarcófagos antropomorfos. También destacaron en la escultura en madera, como muestra se puede mencionar a Los Pinchudos, ídolos antropomorfos que muestran grandes falos, asociados a la fertilidad y la vida. Los chachapoyas fueron conquistado por los incas después de varios años de combates. Sus grandes fortalezas y murallas les permitieron una resistencia proplongada; finalmente, fueron sometidos por el emperador cusqueño Túpac Yupanqui hacia 1480. Cuando llegaron los españoles los curacas chachapoyanos se aliaron a Francisco Pizarro para destruir el Imperio de los Incas.

Testimonios chachapoyas

Numerosos y enormes conglomerados de edificaciones pétreas de planta circular como los de Olán, Congón (Vilaya), Purunllacta (Monte Peruvia) y los elevados muros-andenes de Cuélap, son testimonios del esplendor cultural alcanzado por los chachapoyas desde mucho antes de su anexión al incario. Tenemos además, en el actual departamento de San Martín, la ciudadela de Gran Pajatén. La construcción monumental de Kuélap se ubica al suroeste de Tingo, a 3.000 msnm longitud Este coloso de la arquitectura ancestral peruana, que se extiende por 600 metros en su eje longitudinal, está conformado por una plataforma construida sobre la cima de una elevada montaña. Los muros que la sostienen, levantados con piedras uniformes y careadas, se elevan hasta por 19 metros. Kuélap es sin duda el testimonio más grandioso de los Andes amazónicos norteños. La mayoría de los 400 recintos emplazados sobre esta enorme plataforma debieron ser depósitos de alimentos. Según Kauffman Doig (1996), Kuélap pudo ser un gran centro administrativo de la producción agraria donde además se hacían rituales propiciatorios de la fertilidad, como ocurrió en gran parte de la arquitectura monumental del Perú antiguo. La arquitectura chachapoyas se caracteriza, también, por exhibir dos formas de patrones funerarios: el mausoleo y el sarcófago. Este último es un sepulcro unipersonal que reproduce el contorno de la figura Humana. Los más importantes restos sepulcrales están localizados en el departamento de San Martín. Sin embargo, un sitio imponente, colmado de mausoleos, es el de La Petaca, en el distrito de Leymebamba divulgado por Gene Savoy (1978). Se trata de mausoleos de piedra que, al parecer, estuvieron originalmente tarrajeados y enlucidos.

avitantes de la cultura chachapoyas

Cultura de la amazonía pre-inca. Se ubicaba en el altiplano del actual Departamento de Amazonas. Ha dejado un número importante de grandes monumentos de piedra, como la fortaleza de Kuélap, el Gran Pajatén, la Laguna de los Cóndores, así también gran cantidad de sarcófagos y mausoleos en lugares de difícil acceso. Se trata de una cultura en la que las comunidades desarrollaban autónomamente sus llactas en las montañas y en un medio que las aislaba. Una de las culturas superiores del Perú antiguo, los chachapoyas (también llamados sachapcollas o collas selvícolas), moraban al sureste de los bracamoros, sobre la margen derecha del río Marañón. Su desarrollo tuvo como centro el valle del río de Utcubamba, topónimo que puede ser traducido por "territorio de los agujeros o cuevas" (utcu). Probablemente se extendieron por el sur hasta el río Abiseo, afuente del Huallaga, donde se levanta la ciudadela de Gran Pajatén. En efecto, las noticias que consigna el Inca Garcilaso de la Vega refieren que el territorio de los chachapoyas era tan extenso que le "pudiéramos llamar reino porque tiene más de cincuenta leguas de largo por veinte de ancho, sin lo que entra hasta Muyupampan que son treinta leguas de largo [...]". Para una interpretación adecuada de esta información, diremos que una legua corresponde a cerca de cinco kilómetros. Los chachapoyas habrían sido conquistados por los incas en tiempos del gobernante Tupac Inca Yupanqui. El cronista Cieza de León recoge algunas notas pintorescas sobre los chachapoyas: "Son los más blancos y agraciados de todos cuantos yo he visto en las Indias que he andado, y sus mujeres fueron tan hermosas que por serlo, y por su gentileza muchas de ellas merecieron ser de los incas y ser llevadas a los templos del sol [...] andan vestidas ellas y sus maridos con ropas de lana y por las cabezas solían ponerse llautos, que son señal que traen para ser conocidas en todas partes" Ib.#GGC11C Y agrega que después de su anexión al imperio incaico adoptaron las costumbres impuestas por los cusqueños. Los chachapoyas tienen una larga historia en la región, medida en varios milenios a juzgar por los testimonios de arte rupestre expuestos en las paredes rocosas de cuevas de la provincia de Utcubamba. Posiblemente fueron descendientes de inmigrantes cordilleranos que modificaron su cultura ancestral en el nuevo medio, tal vez recogiendo tradiciones de los primeros pobladores de origen amazónico. Los chachapoyas modificaron el paisaje selvático tornándolo erosionado y yermo a medida que iban depredando los bosques y como consecuencia de las quemas anuales a que sometían sus tierras. Esta modificación del paisaje original se presenta elocuentemente en el área del río Utcubamba. La cultura Chachapoyas propiamente dicha, posiblemente tuvo sus inicios en el siglo VIII. Debió alcanzar su fase de florecimiento a partir del siglo XI y se prolongó hasta la llegada de los españoles al Perú, aunque hacia 1470 su independencia política quedó afectada por la conquista incaica (ver Expansión del Imperio Inca). Su territorio se extendía de norte a sur casi 400 kilómetros, desde el río Marañón en la zona de Bagua, hasta la cuenca del río Abiseo, donde se encuentra la ciudadela de Gran Pajatén, y aún más al sur hasta el río Chontayacu. Abarcaba así la parte sur del actual departamento de Amazonas y sectores del noroeste del departamento de San Martín, como también espacios del extremo oriental del departamento de La Libertad. Su población se estima en hasta 400.000 indígenas al momento de llegar los españoles esta se redujo a 20 ó 30 mil habitantes.